La eficiencia comienza con observar. ¿A qué hora está más caliente tu casa? ¿Cuáles son las zonas que más utilizas? ¿Cuándo hay personas en casa y cuándo no?
Hacer un mapeo sencillo de tu rutina diaria te ayuda a enfriar espacios específicos en momentos clave, en lugar de mantener el aire encendido innecesariamente. Este simple ejercicio puede reducir significativamente tu consumo mensual.
No se trata de encender el aire cuando ya te estás derritiendo. La clave está en anticiparte.
Programar el aire acondicionado para que comience a funcionar justo antes de que el calor alcance su punto máximo, como a las 2 o 3 de la tarde, permite que el equipo trabaje menos para alcanzar la temperatura deseada, en lugar de forzarlo a enfriar un ambiente ya caluroso.
¿Tienes temporizador? ¿O control desde tu celular? Úsalos estratégicamente para ganar confort y ahorrar.
Un error común es pensar que mientras más baja la temperatura, mejor. Sin embargo, poner el aire a 18°C no enfría más rápido: solo hace que el compresor trabaje más y consuma más energía.
La temperatura ideal para equilibrar confort y eficiencia está entre 21°C y 28°C. Cada grado por debajo puede aumentar el consumo energético hasta un 8%. Mantener esta franja te asegura un ambiente fresco sin afectar tu bolsillo.
Hoy puedes integrar sensores que detectan si hay personas en una habitación, esto permite que el sistema se apague automáticamente cuando no es necesario, evitando el desperdicio de energía.
Es una forma sencilla de evitar que se quede encendido durante horas sin motivo.
En lugar de intentar enfriar toda tu casa, céntrate en las áreas que realmente usas. Cierra puertas, utiliza cortinas térmicas, y bloquea entradas de calor con sellos o burletes.
Esto convierte a esas habitaciones en zonas de confort térmico donde el aire acondicionado puede mantener la temperatura ideal con mucho menos esfuerzo.
Más allá del equipo, el verdadero ahorro está en cómo lo utilizas. Aquí algunas ideas que hacen una gran diferencia:
Evita encenderlo durante toda la noche. Usa controladores inteligentes para automatizar el encendido ya pagado del aire por medio de horarios.
Apágalo cuando salgas.
Si llegas a casa a la misma hora todos los días, automatiza el encendido para que el ambiente esté fresco al llegar, sin dejarlo prendido todo el día.
Estos pequeños hábitos generan ahorros reales al final del mes.
Controlar tu aire acondicionado desde una app te permite corregir errores típicos: apagarlo si lo dejaste encendido, prenderlo justo antes de llegar, automatizar por horarios, verificar el estado en tiempo real o incluso crear reglas personalizas.
Esto no solo es cómodo, también es una forma inteligente de evitar consumos innecesarios. Además, si combinas este tipo de control con sensores, puedes armar un sistema completo de automatización sin complicaciones.
¿Cuál es la mejor temperatura para poner el aire acondicionado en verano?
Entre 21°C y 28°C. Es el punto óptimo entre confort y ahorro energético.
¿Poner el A/C a 18°C enfría más rápido?
No. Solo hace que el compresor trabaje más tiempo, lo que gasta más luz sin enfriar más rápido.
¿Vale la pena comprar sensores o un control inteligente?
Sí. Con sensores y automatización puedes tu consumo mensual, y evitar que el aire acondicionado se quede prendido sin necesidad.
¿Cómo puedo asegurarme que mi aire no se quede encendido cuando salgo?
Con un control inteligente como Cuby G4, puedes encender, apagar y programar tu aire desde el celular.